sábado, mayo 19, 2007

Lecturas: Diario de una Abuela de Verano

"Diario de una Abuela de Verano" de Rosa Regás es el libro en el que se basó al serie de título parecido interpretada por Rosa Sardá, y es el último libro "consumido" antes de meterme con los del curso de doctorado (salvo que en este finde me dé tiempo a leerme "El extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde" cosa que dudo, no por su extensión, si no por mi hábito de lectura que está "bajo mínimos" últimamente).
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La verdad es que la serie está muy bien trabajada y conseguida, una vez leído el original. El libro se centra más en la vivencia personal de la autora, y tiene mucho de opinión (enriquecedora, es cierto) y de reflexión sobre la vida, el mundo, la historia, la educación, algo de política... A lo mejor no ha sido tan "entretenido" como hubiera esperado inicialmente pero es un buen libro. Desconocía a esta escritora (cosa que va de la mano con mi ignorancia) supongo que de ahí mi pequeño "desconcierto" con sus narraciones de verano respecto a la producción de TVE.
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Este es un fragmento del libro que me pareció bellísimo:



"¿Cuándo deja una persona de enamorarse?"

"No hay edad ni fecha para esto, hay gente que no se enamora nunca y otros que mueren de viejos temblando aún de amor. Hay quien dice que la forma de enamorarse de los quince años, de los veinte, no tiene nada que ver con la de los que han llegado a los cuarenta, cincuenta, sesenta o más. Pero no es cierto. (...) Hay personas para las que la edad es una limitación y otras en cambio que se dedican a buscar los secretos del amor y de la vida cuando ya están más allá de la jubilación." Rosa Regás, Diario de una abuela de verano. Editorial Planeta, Pág. 107.

Y el próximo día algo de mí.

4 comentarios:

Sr. Bateman dijo...

No me he leido el "Diario de una abuela de verano" este pero vamos casi te podria garantizar al 100% que no es ni la mitad de bueno que "El extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde".

Melian dijo...

Jajaja, la verdad es que no te pega nada, el libro de la abuela, pero no es ñoño, eh! incluso creo que estarías de acuerdo un más de una opinión.
Corregiré el título del libro, es que tengo la edición esta cutrilla que daba El Mundo, y no son capaces ni de poner bien el título... aunque supongo que mi ignorancia también tiene buena culpa ;)

GangasMIR dijo...

Es bueno leer a los mayores y hablar con ellos todavía es mejor, preguntarles cosas y escuchar, desgraciadamente lo he hecho poco y ya formo parte de ellos.

En una cultura en la que la tecnología ha ampliado las expectativas de vida se producen hechos nuevos en la historia de forma no excepcional.

Esa misma cultura fomenta el culto a lo joven significado fundamentalmente en el cuerpo, en la vida que se tiene por delante, en el consumo de bienes que producen satisfacciones sin duda y nuevas oportunidades, "a vivir que son dos días" decía un programa de radio.

Pero es en las relaciones humanas donde se encuentran las oportunidades de obtener mayor satisfacción, mayor crecimiento personal, pero también es lo más difícil, primero en la familia, después en los amigos y en el trabajo.

Cada vez menos piensan por más dejando a cada persona más sola consigo misma, más desamparada.

Aprovechar las experiencias ajenas, adaptarlas dándoles forma propia, no crearse falsas expectativas, vivir cada momento, elegir sabiendo a lo que renuncias.

Esperar de uno y de los otros no más de lo que podemos dar, tener confianza en nosotros mismos y en los demás en justa medida, soñar sin mirar atrás.

Procurar conducir la barca en este río que nos lleva y no darse mucho mal, son cosas que se me ocurren para aplicarme el cuento, sin pasarme de trascendente.

Sobre el amor lo mismo pero es asunto más difícil porque siempre es cosa de dos y las probabilidades de desamor, de falsas expectativas, se multiplican.

Por si sirve de algo creo que siempre me he equivocado por idealizar al otro, por no verlo como realmente es y aún peor pretenderlo cambiar a mi medida.

Escrito en vena y sobre la marcha con el corazón a flor de piel, sin más pretensiones.

Gonzalo dijo...

Estoy de acuerdo con Sr. Bateman. Hace mucho que leí El extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde, pero recuerdo que me encantó.
También me ha encantado la reflexión de Gangas, comparto gran parte de ese pensamiento idealista.
Claro, que tenemos que darnos cuenta de nuestras limitaciones, y ser conscientes de que es normal el deseo de querer cambiar al otro.
Es muy fácil decir que hay que querer al otro tal y como es, pero no es tan fácil llevarlo a la práctica.